Mi saga para comprar la iPad2
Definitivamente caí en la tentación. La brillante estrategia de Apple pudo más que mi sentido común y logré convencerme me a mi mismo (y a mi esposa) que definitivamente necesitaba una iPad 2.
Una vez superada la etapa inicial de buscar todo tipo de excusas cuasi-lógicas para comprarme una iPad2, me dí a la tarea de conseguirla. Cosa que no fue nada fácil.
En el sur de la Florida, donde vivo, todas las tiendas de Apple, BestBuy, y Walmart que venden las iPad2 tenían el inventario agotado. Básicamente no había una sola iPad 2 a la venta en más de 100 kms a la redonda.
Mi segundo paso fue irme al sitio de Apple.com para comprarla. Un mensaje me indicaba que la orden se demoraría entre 4 y 5 semanas para recibir mi tableta. No era una buena opción.
Me dí a la tarea diaria de llamar a las 4 tiendas de Apple que están situadas relativamente cerca de mi casa. Siempre las respuestas eran las mismas “No tenemos y no sabemos cuando nos llega la próxima orden” Algo similar me respondían en Walmar y BestBuy, la última tienda había puesto un mensaje automático en la máquina que responde las llamadas “no tenemos iPads 2” Solo imagino cuantas veces tuvieron que dar la misma respuesta hasta que decidieron poner el mensaje automático.
Al cuarto día de estar llamando, finalmente una empleada de una tienda de Apple me indicó que el próximo día a las 9:00AM comenzarían a vender nuevamente las iPad2, pero que no podían tomar reservaciones por teléfonos, porque las tabletas se repartirían por orden de llegada. Los primeros compradores adquirían la iPad 2, el resto probablemente no alcanzarían una. Esa tarde antes de salir al trabajo, le avisé al jefe que llegaría tarde al día siguiente, aunque traté de no darle muchas explicaciones.
El martes me levanté temprano. La tienda de Apple me quedaba a unos 20 km de casa y quise llegar apenas abrieran la tienda. Aparentemente no fui el único que se enteró de la venta de iPads 2 en esa tienda. Cuando llegué había más de 40 personas esperando.
Por unos momentos pensé que no alcanzaría una iPad 2. Me dirigí al final de la fila donde se encontraba un empleado de Apple dirigiendo a las personas. Le pregunté si alcanzaría una iPad 2. “Me quedan solo 2, ambas de color negro, 16GB y con 3G” dijo mientras me mostraba dos pequeñas tarjetas de presentación con un código de barras impreso y la descripción del tipo de iPad 2. Sin pensarlo dos veces agarré una. Unos segundos después alguien más le arrebató la última tarjetita de las manos. Conté más de 60 personas que trataron de ingresar a la fila, solo para que les dijeran que ya se había agotado el inventario y no alcanzarían una.
Mientras esperaba en la fila pacientemente por mi turno para comprar la dichosa tableta, comencé a valorar mis opciones. Yo quería una iPad2, pero con 32GB y sin 3G. Hubiera podido devolver mi tarjeta, salir de la fila y probar mi suerte en otro momento. Pero ¿quien sabe cuando tendría otra oportunidad como esta?. Finalmente me resigné y decidí quedarme y comprar el modelo que me había tocado.
A solo minutos antes de que llegara mi turno, alguien delante de mí cambió de idea y decidió no comprar la tableta. Probablemente alguien más sensato que yo y que finalmente logró romper el encanto de Apple. Inmediatamente le pregunte al empleado de la tienda que modelo le había tocado a esta persona. “Un modelo blanco, de 32GB sin 3G”. ¡Dámela!, le respondí de inmediato mientras le entregaba mi tarjeta y le arrebataba la otra de la mano. Mi cambio generó una conmoción entre quienes todavía se encontraban en la fila y se iniciaron varios intercambios de tarjetas entre quienes esperaban. Alguien tomó la tarjeta que yo había entregado, y le dio la suya a un tercero que quería otro modelo diferente. Este a su vez hizo lo mismo. En cuestión de segundos varias tarjetas cambiaron de manos.
Finalmente llegó mi turno para entrar a la tienda. Un empleado, con un fuerte acento me dijo “Hello my name is Pedro, welcome to the Apple store” “Gracias” le respondí en español. Pedro inmediatamente cambió al español y me preguntó si deseaba comprar además el nuevo protector magnético del iPad 2. Le dije que no. Solo estaba interesado en la iPad 2 y en un periférico que me permitiría descargar fotos directamente de mi cámara Canon al iPad. Me ofreció uno por $29.00 dólares y lo acepté. En medio de nuestra conversación otro empleado trajo la iPad 2 y se la dio a Pedro. ¿Vas a pagar con tarjeta o con efectivo? Con tarjeta de débito le respondí, y Pedro sacó su iPhone del bolsillo y pasó mi tarjeta por un lector de tarjetas unido a su teléfono. Unos segundos más tarde salía de la tienda de Apple con mi nueva iPad2.
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[…] Como no sabemos exactamente cuando comenzó la producción de la nueva iPad, es difícil predecir cuando se acabarán las unidades que ya fueron fabricadas, o cuantas unidades Apple tiene disponible para cuando salgan a la venta la próxima semana. Los sitios como eBay, Craiglist y otros lugares de compra y venta de artículos de segunda mano están llenos de ofertas de iPad 2, una clara señal de que muchas personas están vendiendo sus iPad 2 para comprar la nueva iPad. Ahora solo queda ver si Apple se preparó apropiadamente para enfrentar la demanda, o sucederá lo mismo que el año pasado. […]
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Información Bitacoras.com…
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