Los GPS en los autos van camino a desaparecer

Recuerdo la primera vez que vi un GPS. Un primo mío que trabajaba como vendedor de autos de la compañía Ford en Melbourne, Florida me llevó a su trabajo y me mostró los últimos modelos de la Ford. Traían los primeros GPS comerciales instalados en los carros. Costaban cerca de $3,000 dólares y venían con unas memorias intercambiables que traían los mapas de ciertas ciudades. Si querías visitar otra ciudad debías comprar otra memoria con el mapa de esa ciudad e insertarla en el GPS. Era el año 1988 y aquellos GPS ni siquiera traían una pantalla para desplegar los mapas, solamente escuchaba la voz que de te indicaba que calles o avenidas debías tomar.

Mucho ha cambiado desde entonces. Los GPS valen menos de $100 dólares y traen mapas de países completos, en vez de ciudades. Vienen con pantallas táctiles que te muestran no solo los mapas, sino los lugares donde puedes encontrar restaurantes, atracciones turísticas y muchas otras cosas. Sin embargo con el advenimiento de los teléfonos celulares que tienen GPS incorporado, estos aparatos están llamados a desaparecer, de la misma forma que desapareció el Walkman de Sony, o los reproductores de CD portátiles cuando aparecieron los primeros reproductores de MP3.

Interesantemente la compañía TomTom, uno de los fabricantes de GPS más populares del momento sufrió una enorme pérdida en sus acciones el mismo día que Apple anunció que el iOS 6 traería un nuevo sistema de mapas que incluía asistencia de voz. Otros fabricantes como Garmin y Magellan sufrieron la misma suerte.

Algunas personas quizás argumenten que los GPS con su pantalla más grande son más fáciles de utilizar cuando se está manejando, sin embargo Apple anunció que el próximo año varios fabricantes de autos traerán sistemas de reconocimiento de voz que pueden interactuar con Siri, así que ni siquiera será necesario mirar a la pantalla del teléfono para escoger nuestras rutas.

Ya no tiene sentido comprar un GPS. Casi todos los nuevos teléfonos móviles vienen con uno incorporado. Los fabricantes de estos dispositivos están tratando por todos los medios de mantenerse a flote, fabricando GPS en relojes de pulseras, agregándole información del tráfico a los dispositivos, e inclusive fabricando modelos exclusivos para personas que disfrutan del campismo y las actividades al aire libre.

Pero todos estos esfuerzos serán en vano. Poco a poco el GPS regular se convertirá en un aparato obsoleto que pasará a la historia como un gran producto que tuvo su momento, pero que fue reemplazado por el teléfono inteligente.

¿Cuánto más pueden durar? Quien sabe, quizás por los próximos dos o tres años los fabricantes de GPS se aferren a la idea de que pueden reinventar sus dispositivos para mantenerlos a flote, sin embargo su muerte ya ha sido anunciada y ahora la pregunta no es ¿desaparecerán? sino ¿cuándo se darán por vencido?

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