La complica historia de Sex.com
En 1994, Gary Kremen, el fundador del sitio de citas románticas Match.com compró el nombre de dominio Sex.com con la idea de eventualmente desarrollarlo y convertirlo en un negocio.
Kremen se enfocó primariamente en Match.com y dejó a un lado Sex.com hasta que un día recibió un email informándole que alguien se había apoderado del nombre de dominio.
Inicialmente Kremen pensó que se trataba de un error, ya que todavía el nombre de dominio estaba bajo su control, sin embargo pronto se dio de cuenta que realmente Sex.com ya no le pertenecía.
El nuevo dueño era Stephen Cohen, un hombre que ya tenia fama de estafador y que había encontrado una forma de arrebatarle el nombre de dominio (se rumora que Cohen tenía una relación amorosa con una mujer que trabajaba para la Network Solutions, la compañía que asignaba los nombres de dominio). Cohen no demoró mucho en desarrollar un sitio de internet y utilizando publicidad pagada por sitios de pornografía, generaba casi un millón de dólares al mes.
Kremen demandó a Cohen y por varios años la demanda navegó las cortes de los Estados Unidos hasta que llegó a la Corte Suprema, la cual determinó que Kremen era el dueño legal de Sex.com, creando un precedente legal que determinaba que las propiedades digitales tenían la misma protección legal que las propiedades físicas. Cohen debió pagarle a Kremen $64 millones de dólares por el robo del nombre de dominio, sin embargo en vez de hacerlo, el estafador se fugó a México.
Kremen inundó el pueblo donde Cohen se había establecido en México con panfletos ofreciendo una recompensa por la captura por el prófugo. Eventualmente Cohen fue extraditado a Estados Unidos donde permaneció varios meses en la cárcel por desacato de una orden judicial. Finalmente fue liberado cuando prometió pagarle a Kremen, pero una vez más evadió la justicia y ha pasado los últimos 10 años mudándose de un país a otro, seguido por investigadores privados pagados por Kremen que tratan de descubrir su escondite.
Eventualmente Kremen vendió Sex.com por $13 millones de dólares en el 2006 y después de eso el nombre de dominio ha cambiado de dueños varias veces. Actualmente Sex.com genera 1.6 millones de visitas diarias y aun produce una suma de dinero considerable por concepto de publicidad, aunque nunca como lo hizo durante la infancia de la Internet.
La drama de Sex.com ha sido tal que Kieren McCarthy escribió un libro sobre el tema en el 2007.
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